Kiki de montparnasse comic

kiki – tráiler

En el bohemio y brillante Montparnasse de los años 20, Kiki consiguió salir de la pobreza para convertirse en una de las figuras más carismáticas de los años de vanguardia de entreguerras. Compañera de Man Ray, cuyas fotos más legendarias inspiró, sería inmortalizada por Kisling, Foujita, Per Krohg, Calder, Utrillo y Léger.      Kiki es la musa de una generación que buscaba escapar de la resaca de la Gran Guerra, pero es sobre todo una de las primeras mujeres emancipadas del siglo XX. Más allá de su libertad sexual y afectiva, Kiki marcó su impronta con su libertad de estilo, de palabra y de pensamiento, que sólo podía aprenderse en una escuela: la escuela de la vida.

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Mi mujer, después de leer Kiki de Montparnasse durante casi media hora, se detuvo y me preguntó: «¿Esto es real? ¿Realmente los hombres se acercan a las mujeres y les ofrecen unos cuantos dólares para que les enseñen las tetas?». Le aseguré que sí y que hoy en día es igual y no es nada del otro mundo y todo el mundo lo hace. No fui muy convincente. Probablemente porque estaba tan sorprendida como ella. Sabía que los primeros años del siglo XX en Europa11 y también en Estados Unidos, como es el caso, eran una época agitada, con los rápidos saltos de paradigma ideológicos, artísticos y morales que se producían con la suficiente rapidez como para amontonarse unos sobre otros. Pero no habría sospechado que las calles de París serían básicamente un Girls Gone Wild de acción real.

En el fondo, supongo que todavía me aferraba, sin saberlo, a la mitología de que nuestros antepasados eran un grupo pintoresco y poco imaginativo.22 Sin embargo, está claro que eran más imaginativos que yo. A mí nunca se me habría ocurrido acercarme a un desconocido y ofrecerle una miseria a cambio de una breve muestra de desnudez en público. Un mundo extraño. Por esa razón (probablemente entre otras), la biografía demuestra su utilidad una vez más. Nos recuerda de nuevo que el mundo es más grande de lo que pensamos y que la expresión del espíritu humano es amplia y diversa. Kiki de Montparnasse es buena para argumentar este recordatorio porque Kiki de Montparnasse, con toda probabilidad, no se parece mucho a nosotros.

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En el bohemio y brillante Montparnasse de los años 20, Kiki logró salir de la pobreza para convertirse en una de las figuras más carismáticas de los años de vanguardia de entreguerras. Compañera de Man Ray, cuyas fotos más legendarias inspiró, sería inmortalizada por Kisling, Foujita, Per Krohg, Calder, Utrillo y Léger.      Kiki es la musa de una generación que buscaba escapar de la resaca de la Gran Guerra, pero es sobre todo una de las primeras mujeres emancipadas del siglo XX. Más allá de su libertad sexual y afectiva, Kiki marcó su impronta con su libertad de estilo, de palabra y de pensamiento, que sólo podía aprenderse en una escuela: la escuela de la vida.

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En el bohemio y brillante Montparnasse de los años 20, Kiki consiguió salir de la pobreza para convertirse en una de las figuras más carismáticas de los años de vanguardia de entreguerras. Compañera de Man Ray, cuyas fotos más legendarias inspiró, sería inmortalizada por Kisling, Foujita, Per Krohg, Calder, Utrillo y Léger.      Kiki es la musa de una generación que buscaba escapar de la resaca de la Gran Guerra, pero es sobre todo una de las primeras mujeres emancipadas del siglo XX. Más allá de su libertad sexual y afectiva, Kiki marcó su impronta con su libertad de estilo, de palabra y de pensamiento, que sólo podía aprenderse en una escuela: la escuela de la vida.