Conflicto en nicaragua 2018

lo que está pasando en nicaragua 2021

El gobierno de Nicaragua cruza el límite de lo inhumano e inmoral. La represión criminal desde el viernes por la noche contra los civiles, en su mayoría estudiantes, es condenable desde todo punto de vista. ¡La comunidad internacional no puede ser indiferente! @WHAAsstSecty @OAS_oficial

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, habla en la apertura de un diálogo nacional, en Managua, Nicaragua. Ortega se sentó el 16 de mayo para hablar formalmente con la oposición y grupos cívicos por primera vez desde que regresó al poder en 2007 [Alfredo Zúñiga/Foto AP].

Una fotografía enmarcada que muestra a Rosario Murillo, segunda desde la derecha, la primera dama y vicepresidenta de Nicaragua, incendiada por manifestantes, arde durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios en el distrito de Monimbo de Masaya [Alfredo Zuniga/AP].

La gente lleva una pancarta que dice en español: «El futuro de un país son sus niños. El futuro son los estudiantes. Basta de matarlos’ durante una protesta en la rotonda Jean Paul Genie contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, en Managua [Alfredo Zuniga/AP].

situación política de nicaragua 2020

Desde su llegada al poder en 2007, el gobierno del presidente nicaragüense Daniel Ortega ha desmantelado casi todos los controles institucionales del poder presidencial. El Consejo Electoral, repleto de sus partidarios, ha prohibido los partidos políticos de la oposición y ha destituido a los legisladores de la oposición. La Corte Suprema de Justicia ha confirmado las decisiones del Consejo Electoral que socavan los derechos políticos y permiten a Ortega eludir la prohibición constitucional de la reelección y presentarse a un segundo mandato.

El Partido Sandinista de Ortega se aseguró una mayoría del 79% en el Congreso en 2016, lo que le permitió acelerar las reformas institucionales que dieron al presidente un control personal directo sobre la policía y el ejército, le permitieron legislar por decreto y presentarse a la reelección indefinidamente.

Una brutal represión por parte de la Policía Nacional, el único cuerpo policial del gobierno en Nicaragua, y de grupos armados progubernamentales en 2018 dejó 300 muertos, más de 2.000 heridos y cientos de detenidos y procesados arbitrariamente. Desde la disipación de las protestas, el gobierno de Ortega ha iniciado cientos de causas penales contra manifestantes y críticos, pero hasta septiembre sólo había abierto cuatro investigaciones sobre denuncias de mala conducta de la Policía Nacional.

conflictos en nicaragua

La corrupción sigue siendo un grave problema para hacer negocios en Nicaragua[1] El Índice de Percepción de la Corrupción 2017 de Transparencia Internacional sitúa al país en el puesto 151 de 180 países[2] Según Freedom House, desde la elección de Daniel Ortega en 2006, la corrupción había aumentado en Nicaragua[3].

Ortega construyó entonces una incómoda alianza con la comunidad empresarial, concretamente con la organización empresarial nicaragüense COSEP, lo que dio lugar a un menor antagonismo entre su gobierno y la empresa privada[4][5] Esta maniobra de Ortega fue similar a las tácticas utilizadas por la dictadura de la familia Somoza que gobernó Nicaragua durante las décadas anteriores al ascenso de Ortega[5].

La elección del líder sandinista Daniel Ortega en 2006 inició un periodo de deterioro democrático en Nicaragua que continúa en la actualidad. El presidente Ortega ha consolidado todos los poderes del Estado bajo el control de su partido, ha limitado las libertades fundamentales y ha permitido que la corrupción incontrolada impregne el gobierno. En 2014, la Asamblea Nacional aprobó enmiendas constitucionales que allanaron el camino para que Ortega ganara un tercer mandato consecutivo en noviembre de 2016.- Freedom House

la guerra civil nicaragüense

La inestabilidad y el conflicto político han sido una constante en la historia reciente de Nicaragua. El último episodio fue la crisis de gobierno que estalló en abril de 2018. A pesar de ser inesperado, este conflicto fue el resultado lógico de la acumulación de transformaciones institucionales antidemocráticas, políticas sociales y económicas unilaterales y dinámicas políticas autoritarias promovidas durante una década por el régimen encabezado por Daniel Ortega, líder sandinista que llegó al poder por segunda vez en 2007 con el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional).

La crisis comenzó con las protestas populares contra la reforma de las pensiones promulgada por el gobierno, que ha supuesto el aumento de las cotizaciones a la seguridad social y la reducción de las pensiones. El descontento social se convirtió rápidamente en tensiones sociales que se extendieron por todo el país, con una fuerte represión que ya ha causado más de 440 muertos. La decisión del gobierno de Ortega de «resistir» a cualquier precio ha empujado a la oposición y a muchos civiles a «salir» de Nicaragua y buscar asilo en los países vecinos: según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, más de 64.000 nicaragüenses han huido del país desde el inicio de las protestas y 55.000 han sido recibidos por Costa Rica.