Flexion dorsal de tobillo

Dolor por dorsiflexión

La movilidad de las articulaciones, especialmente en el pie y el tobillo, es necesaria para la correcta carga y descarga de las fuerzas de impacto y en la transferencia de la energía potencial asociada.         Cuando nuestras articulaciones se mueven, en este caso el tobillo, se produce un estiramiento (o potenciación) del tendón de Aquiles y de las estructuras fasciales circundantes.        Puede pensar en ello como si estirara una goma elástica o tirara de la cuerda de un arco y una flecha.

El estiramiento de una banda elástica o de la cuerda del arco representa la energía potencial que luego liberaremos y utilizaremos para catapultar nuestra pierna hacia delante cuando demos el paso sucesivo.        Si esa movilidad articular está restringida, entonces hay menos potenciación o energía almacenada en el tendón, y en lugar de hacer retroceder nuestra pierna hacia delante, tiramos de ella hacia delante cuando caminamos.

Cuando evalúo a un paciente me preocupa principalmente la dorsiflexión de la articulación del tobillo al caminar, ya que es el patrón que hacemos más de 10.000 veces al día.        A menudo digo que si no podemos hacer las demandas de movimiento funcionales de base al caminar, entonces no deberíamos desviarnos hacia patrones de movimiento más desafiantes.

Dorsiflexión

ResumenAntecedentesLa fuerza del tobillo suele estar alterada en algunos de los trastornos neuromusculares más comunes. En consecuencia, es importante evaluar la fuerza generada alrededor de esta articulación, ya que tiene un gran impacto en el equilibrio y la marcha. Los objetivos de este estudio fueron establecer datos normativos y ecuaciones predictivas para la fuerza de flexión dorsal y plantar del tobillo a partir de una población de sujetos sanos (niños y adultos), evaluar la fiabilidad de las mediciones y estudiar la viabilidad de utilizar un nuevo dinamómetro en un grupo de pacientes con un trastorno neuromuscular.MétodosSe realizaron mediciones del par isométrico máximo para la flexión dorsal y plantar en 345 sujetos sanos de 5 a 80 años de edad. La viabilidad del método se probó en nueve pacientes diagnosticados de distrofia muscular de cinturas de tipo 2A.ResultadosLos resultados documentaron valores de fuerza normales en función del sexo y la edad en la flexión dorsal y plantar del tobillo. La fiabilidad de la técnica fue buena, sin efecto evaluador y con un pequeño efecto de aprendizaje. El dinamómetro resultó adecuado en el grupo de pacientes, incluso en los muy débiles.ConclusionesEl dispositivo desarrollado fue fiable y preciso en la evaluación de las mediciones de la torsión de la dorsiflexión del tobillo y de la flexión plantar desde pacientes débiles y niños hasta adultos sanos fuertes. Se proporcionan normas y ecuaciones de predicción para estas dos funciones musculares.

Dolor con la dorsiflexión del tobillo

Un poco de atención en esta área puede llegar muy lejos. De hecho, la mejora de la flexión del pie puede ayudar a tus sentadillas, a tus sprints, a tu fuerza y a tu capacidad para evitar lesiones en las zonas de la rodilla, la cadera y la espalda baja.

El tobillo es una articulación de bisagra que permite que el pie se mueva en el plano sagital. Dentro de este plano, hay dos movimientos específicos: la dorsiflexión y la flexión plantar. La capacidad de acercar la parte superior del pie a la espinilla se denomina dorsiflexión.

La dorsiflexión es importante porque permite que la tibia (el hueso de la espinilla) se mueva libremente hacia delante. Si la tibia está atascada en una posición vertical, puede hacer que la parte superior de nuestro cuerpo se incline hacia delante para compensar la falta de movilidad del tobillo al ponerse en cuclillas [1]. Esto es particularmente evidente en las sentadillas frontales y en las sentadillas por encima de la cabeza.

Cuando nuestra tibia está atascada en una posición vertical y nuestro pecho está hacia adelante, esto disminuye nuestra capacidad de crear fuerza a través de las caderas para impulsar cargas pesadas. En esencia, somos incapaces de alcanzar el máximo potencial en nuestros levantamientos porque la dirección de la fuerza no está siendo aplicada eficientemente. Si observas a los mejores sentadillas del mundo, tienen una dorsiflexión del tobillo increíble y su pecho está casi siempre en una posición vertical por encima de las caderas. La fuerza aplicada directamente hacia arriba y hacia abajo es mucho mayor que la fuerza aplicada hacia atrás, hacia delante y, finalmente, hacia arriba.

Pinzamiento anterior del tobillo

La articulación del tobillo se compone de dos huesos largos -la tibia y el peroné- y de los huesos tarsianos subyacentes. Hay siete huesos del tarso en cada pie. En total, el tobillo permite que el pie se mueva de seis maneras diferentes: dorsiflexión, plantarflexión, inversión, eversión y rotación medial y lateral.

La flexión y la extensión del tobillo se denominan dorsiflexión y plantarflexión, respectivamente (figura 2). «Dorsi» se refiere a la parte superior del pie, mientras que «plantar» se refiere a la parte inferior del pie. El término «flexión» se incorpora para indicar el movimiento hacia arriba (dorsiflexión) o hacia abajo (plantarflexión). La dorsiflexión se produce cuando se levanta la parte delantera del pie hacia arriba (balanceándose hacia atrás sobre los talones con las puntas de los pies elevadas). La plantarflexión se produce cuando se empuja la parte delantera del pie hacia abajo (levantando los talones del suelo al subir sobre las puntas de los pies).

La dorsiflexión es una parte normal de la sentadilla hacia el suelo, mientras que la plantarflexión es una parte normal de la bipedestación. Esencialmente, cualquier ejercicio basado en el suelo tiene tanto la dorsiflexión como la plantarflexión como elemento de movimiento.