Golpe de estado chavez 1999

venezuela 2002 golpe de estado

Cambio de la política petrolera venezolana Las elecciones generales de noviembre y diciembre de 1998 provocaron cambios fundamentales en el panorama político de Venezuela. El ganador de las elecciones presidenciales, con el 56% de los votos, fue el teniente coronel Hugo Chávez, líder del fallido golpe de Estado de febrero de 1992. Tras pasar dos años en la cárcel y ser licenciado del ejército, se había convertido en político. Y logró en el terreno político lo que no había conseguido como militar golpista: derrotar y poner fin a cuarenta años de un sistema de partidos dominado por Acción Democrática y Copei. Habiendo reunido juntos el 85% de los votos y más en las elecciones anteriores, esta vez sólo obtuvieron aproximadamente el 40%.

Esto fue, en definitiva, la consecuencia de la actuación de estos partidos desde la nacionalización de la industria petrolera en los años 70. A pesar de la enorme cantidad de dinero del petróleo, la economía empezó a decaer a finales de los años 70, y sigue haciéndolo veinte años después. Los salarios reales han caído un 75% en este periodo. Además de la mala gestión y la incompetencia, la opinión pública venezolana culpa a la corrupción. No es de extrañar, pues, que el Presidente Chávez apunte a reformas políticas radicales, en cuyo centro se encuentra una Asamblea Constituyente que se convocará en un futuro próximo.

valor neto de hugo chávez

Han pasado 10 años desde que Hugo Chávez fue elegido presidente de Venezuela y se propuso revisar el desacreditado sistema político del país. Su primer gran logro, la promulgación de una nueva Constitución en 1999, supuso una extraordinaria oportunidad para que el país apuntalara el Estado de Derecho y reforzara la protección de los derechos humanos. La Constitución de 1999 amplió significativamente las garantías de los derechos humanos, entre otras cosas, otorgando a las obligaciones internacionales de Venezuela en materia de derechos la primacía sobre la legislación nacional. También creó un nuevo Tribunal Supremo y trató de dotar a este tribunal de la independencia institucional necesaria para actuar como garante último de estos derechos fundamentales.

Pero esta oportunidad histórica se ha desaprovechado en gran medida desde entonces. El revés más dramático se produjo en abril de 2002, cuando un golpe de Estado destituyó temporalmente a Chávez y lo sustituyó por un presidente no elegido que, en su primer acto oficial, disolvió las instituciones democráticas del país, suspendiendo el poder legislativo y disolviendo el Tribunal Supremo. En 40 horas, el golpe se deshizo, Chávez volvió a su cargo y se restableció el orden constitucional. Pero aunque este descarrilamiento de la democracia venezolana duró menos de dos días, ha perseguido la política venezolana desde entonces, proporcionando un pretexto para una amplia gama de políticas gubernamentales que han socavado las protecciones de los derechos humanos establecidas en la Constitución de 1999.

golpe de estado de chávez en 1992

El intento de golpe de estado venezolano de 2002 fue un golpe de estado fallido el 11 de abril de 2002 que vio al presidente Hugo Chávez destituido durante 47 horas antes de ser restaurado en el poder. Chávez, que había sido elegido en 2000, fue ayudado en su regreso al poder por el apoyo popular y la movilización contra el golpe por parte de los rangos moderados del ejército[4][5].

La situación comenzó el 9 de abril, cuando la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) convocó una huelga general. La propuesta de huelga era una respuesta a los nombramientos de Chávez en puestos importantes de la compañía petrolera nacional de Venezuela, PDVSA[6]. Dos días más tarde, en Caracas, hasta un millón de venezolanos marcharon en oposición a Chávez[7][8] En un momento de la marcha, los líderes de la oposición redirigieron a los manifestantes al palacio presidencial, Miraflores, donde los partidarios del gobierno y los Círculos Bolivarianos estaban celebrando su propia concentración. A la llegada de la oposición, los dos bandos se enfrentaron. Se inició un tiroteo en el paso elevado de Llaguno, cerca del Palacio de Miraflores, y para esa noche había 19 muertos, entre partidarios y opositores al gobierno[2] El alto mando militar rechazó la orden de Chávez de aplicar el Plan Ávila, un plan utilizado por primera vez por Carlos Andrés Pérez durante el Caracazo que dio lugar a la muerte de cientos y posiblemente miles de venezolanos, como respuesta a las protestas y le exigió que renunciara. [El presidente Chávez fue arrestado por los militares[10][11][12] y se le denegó la solicitud de asilo en Cuba y se ordenó que fuera juzgado por un tribunal venezolano[6].

chávez cuba

En este artículo, analizamos los límites y la paradoja del papel de TeleSUR en el proceso de (des)integración regional y de construcción de la identidad durante la era de Chávez. Nuestra pregunta es: ¿cómo promovió TeleSUR la integración regional, cultural y mediática? Para demostrar la influencia de la diplomacia pública y mediática, este artículo se basó en estudios sobre regionalismo, medios de comunicación y cultura, así como en el análisis de contenido de discursos.

Considerando el proyecto político de TeleSUR como teoría mediática, cuya concepción proviene del presidente venezolano Hugo Chávez, entendemos que la emisora fue capaz de expresar posiciones antihegemónicas en la región, aunque su principal objetivo fuera promover la integración latinoamericana. También destacamos que TeleSUR sufrió reveses políticos debido a las contingencias, límites, ambigüedades y contradicciones de la mediación entre lo particular y lo universal, y respecto a los múltiples grupos que forman parte de las sociedades venezolana y latinoamericana. Además, destacamos que esta emisora multiestatal atravesó procesos político-mediáticos históricos en América Latina, cuya estructura está anclada en tres pilares principales: el paralelismo político mediático ( Albuquerque 2017 ), el patrimonialismo ( Faoro 2001 , 871) y el coronelismo electrónico ( Santos 2008 , 224), todos ellos derivados del poder privado de la región.