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Falta de oxigeno en el cerebro
Cómo aumentar el oxígeno en el cerebro
El cerebro necesita un suministro continuo de oxígeno para sobrevivir. Si el suministro de oxígeno se interrumpe, el funcionamiento del cerebro se ve perturbado de inmediato y pueden producirse rápidamente daños irreversibles. Esto se conoce como lesión cerebral hipóxica o anóxica.
La información de esta página será especialmente útil para los familiares de las personas que han sufrido una lesión de este tipo y también constituye un punto de partida útil para los profesionales que deseen mejorar sus conocimientos sobre el tema.
El oxígeno es necesario para que el cerebro utilice la glucosa, su principal fuente de energía. Si se interrumpe el suministro de oxígeno, se perderá la conciencia en 15 segundos y el daño cerebral comienza a producirse tras unos cuatro minutos sin oxígeno.
La interrupción completa del suministro de oxígeno al cerebro se denomina anoxia cerebral. Si todavía hay un suministro parcial de oxígeno, pero a un nivel que es inadecuado para mantener la función cerebral normal, esto se conoce como hipoxia cerebral. En la práctica, estos dos términos tienden a utilizarse indistintamente.
La falta de oxígeno en el cerebro provoca
A diferencia de las lesiones cerebrales traumáticas, en las que el daño cerebral es inducido por un traumatismo físico directo, las lesiones cerebrales anóxicas e hipóxicas se caracterizan por un daño cerebral por falta de oxígeno en el cerebro. Las lesiones cerebrales anóxicas e hipóxicas suelen estar asociadas a los accidentes cerebrovasculares, aunque éstos no son las únicas causas de este tipo de daño cerebral.
Las lesiones cerebrales anóxicas e hipóxicas suelen provocar una pérdida de conciencia inicial, que puede ser de corta o larga duración, dependiendo de la gravedad y la duración de la privación de oxígeno. La pérdida inicial de conciencia puede dar lugar a un estado comatoso. Otros síntomas de una lesión cerebral anóxica o hipóxica pueden incluir dificultad para hablar, confusión y desorientación o caída de la cara.
Al recuperar la conciencia, los efectos y síntomas suelen ser similares a los de una lesión cerebral traumática, dependiendo de la gravedad de la lesión. Las lesiones cerebrales anóxicas o hipóxicas más graves pueden dejar al paciente en estado vegetativo. Los efectos de una lesión cerebral anóxica pueden incluir:
Falta de oxígeno en el cuerpo
El NINDS apoya y lleva a cabo estudios destinados a comprender las afecciones neurológicas que pueden dañar el cerebro, como la hipoxia cerebral. Los objetivos de estos estudios son encontrar formas de prevenir y tratar estas afecciones.
El NINDS apoya y lleva a cabo estudios destinados a comprender las condiciones neurológicas que pueden dañar el cerebro, como la hipoxia cerebral. Los objetivos de estos estudios son encontrar maneras de prevenir y tratar estas condiciones.
El NINDS apoya y lleva a cabo estudios destinados a comprender las condiciones neurológicas que pueden dañar el cerebro, como la hipoxia cerebral. Los objetivos de estos estudios son encontrar formas de prevenir y tratar estas afecciones.
El tratamiento depende de la causa subyacente de la hipoxia, pero hay que poner en marcha sistemas básicos de soporte vital: ventilación mecánica para asegurar las vías respiratorias; fluidos, productos sanguíneos o medicamentos para mantener la presión arterial y el ritmo cardíaco; y medicamentos para suprimir las convulsiones.
El tratamiento depende de la causa subyacente de la hipoxia, pero hay que poner en marcha sistemas básicos de soporte vital: ventilación mecánica para asegurar las vías respiratorias; fluidos, productos sanguíneos o medicamentos para mantener la presión arterial y la frecuencia cardíaca; y medicamentos para suprimir las convulsiones.
¿puede la falta de oxígeno en el cerebro causar daños cerebrales permanentes?
La hipoxia cerebral es una forma de hipoxia (reducción del suministro de oxígeno) que afecta específicamente al cerebro; cuando el cerebro está completamente privado de oxígeno, se denomina anoxia cerebral. Hay cuatro categorías de hipoxia cerebral; son, en orden de gravedad creciente: hipoxia cerebral difusa (HCD), isquemia cerebral focal, infarto cerebral e isquemia cerebral global. La hipoxia prolongada induce la muerte de las células neuronales a través de la apoptosis, dando lugar a una lesión cerebral hipóxica[1][2].
Los casos de privación total de oxígeno se denominan «anoxia», que puede ser de origen hipóxico (reducción de la disponibilidad de oxígeno) o isquémico (privación de oxígeno debido a una interrupción del flujo sanguíneo). Las lesiones cerebrales como resultado de la privación de oxígeno, ya sea por mecanismos hipóxicos o anóxicos, se denominan generalmente lesiones hipóxicas/anóxicas (HAI). La encefalopatía isquémica hipóxica (EHI) es una afección que se produce cuando todo el cerebro se ve privado de un suministro adecuado de oxígeno, pero la privación no es total. Aunque la HIE se asocia en la mayoría de los casos a la privación de oxígeno en el neonato debido a la asfixia del nacimiento, puede producirse en todos los grupos de edad y suele ser una complicación de la parada cardíaca[3][4][5].