Ver las cosas buenas de la vida

Elige ver las citas buenas

En su libro Hardwiring Happiness: The New Brain Science of Contentment, Calm, and Confidence, Rick Hanson explica que nuestro cerebro no reconoce automáticamente lo bueno por dos razones.    En primer lugar, no hay un estímulo que capte su atención normalmente en algo bueno.    No hay amenaza, ni miedo, ni nada que haga que tu cerebro tome nota.    Tu cerebro no anota automáticamente todo lo malo que no ha sucedido.

En segundo lugar, a través de un proceso llamado habituación, tu cerebro filtra los sucesos corrientes que no cambian todos los días, ya sea el zumbido constante del frigorífico o, por suerte, la ausencia rutinaria de grandes desastres en nuestra vida cotidiana.

Aunque la habituación es un uso eficiente de los recursos neuronales del cerebro, hace que muchas de las cosas buenas que nos rodean todo el tiempo simplemente pasen desapercibidas. Según Hanson, para contrarrestar la tendencia natural del cerebro, tenemos que buscar, poner énfasis y crear buenas experiencias.    Para ello, hay que tomar conciencia de lo bueno que hay en la vida y hacer que el pensamiento se convierta en una experiencia encarnada acompañada de buenos sentimientos, sensaciones, deseos y acciones.

Citas sobre las cosas buenas de la vida

Al estar expuestos a los numerosos problemas del mundo, es muy difícil centrarse en las cosas buenas de la vida.  Pero debemos recordar que no hemos nacido para vivir una vida miserable: cada uno de nosotros tiene derecho a encontrar su propia alegría y felicidad.

Allen WeiAllen Wei es una persona que cree en vivir su mejor vida, centrándose en el equilibrio, la felicidad y la relajación. Fomenta un estilo de vida positivo en lo que respecta a su cuerpo, su mente y su entorno, y es un gran partidario de aprender a estar equilibrado mediante técnicas de relajación integradas en nuestra ajetreada vida.

Concéntrese en lo bueno y lo bueno mejorará

Lee todas nuestras Guías para vivir con más inteligencia.MenteLa felicidad suele venir de dentro. Aprenda a dominar los pensamientos negativos y a afrontar cada día con optimismo.Conquistar el pensamiento negativo Todos los seres humanos tenemos la tendencia a ser un poco más como Eeyore que como Tigger, a rumiar más las malas experiencias que las positivas. Se trata de una adaptación evolutiva: el exceso de aprendizaje de las situaciones peligrosas o hirientes que encontramos a lo largo de la vida (acoso, trauma, traición) nos ayuda a evitarlas en el futuro y a reaccionar rápidamente en caso de crisis.

No intentes detener los pensamientos negativos. Decirte a ti mismo «tengo que dejar de pensar en esto» sólo hace que pienses más en ello. En su lugar, hazte cargo de tus preocupaciones. Cuando estés en un ciclo negativo, reconócelo. «Me estoy preocupando por el dinero». «Me obsesionan los problemas en el trabajo».

Desafía tus pensamientos negativos. El cuestionamiento socrático es el proceso de desafiar y cambiar los pensamientos irracionales. Los estudios demuestran que este método puede reducir los síntomas de la depresión. El objetivo es que pases de una mentalidad negativa («Soy un fracaso») a otra más positiva («He tenido mucho éxito en mi carrera. Esto es sólo un contratiempo que no se refleja en mí. Puedo aprender de él y ser mejor»). Aquí tienes algunos ejemplos de preguntas que puedes hacerte para desafiar el pensamiento negativo.

Citas para elegir ser bueno

Anteriormente en el blog hemos hablado de cómo el mindfulness puede ayudarnos a aceptar y manejar los sentimientos negativos. Sin embargo, el mindfulness también puede ayudarnos a notar y a estar más abiertos a las cosas buenas de la vida.

Es un hecho desafortunado que nuestro cerebro esté orientado a ver lo negativo. Nuestros antepasados tenían que ser cautelosos con los muchos peligros que les rodeaban, pues de lo contrario no habrían sobrevivido mucho tiempo. Aunque la vida del siglo XXI no suele contener el peligro de ser devorado por un oso, nuestros cerebros siguen estando preparados para estar alerta ante los riesgos. Sin embargo, a pesar de este sesgo de negatividad, podemos tomar medidas que permitan al cerebro empezar a asimilar más lo bueno.

Naturalmente, tendemos a fijarnos en las cosas malas que ocurren, incluso cuando también han ocurrido muchas cosas buenas. Por ejemplo, digamos que has tenido un día estresante en el trabajo, pero luego sales con tus amigos por la noche. Cuando tu cabeza llegue a la almohada esa noche, puede que te encuentres rumiando los problemas del trabajo, en lugar de la diversión que has tenido con tus amigos.