Purificador de luz ultravioleta

¿es segura la luz uv-c en el purificador de aire?

Es hora de volver rápidamente a la clase de ciencias del instituto y/o de la universidad. ¿Recuerda las lecciones sobre el arco iris y las técnicas de memorización como ROY G BIV (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y violeta)? Pues bien, eso abarca lo que llamamos el espectro de la «luz visible», en el que las distintas longitudes de onda de la luz se asocian a lo que describimos y percibimos como diferentes colores. Fuera del espectro de la luz visible se encuentra la luz con longitudes de onda más cortas, como la luz ultravioleta y los rayos X, y la luz con longitudes de onda más largas, como el infrarrojo y las microondas.

Pues bien, resulta que la luz con longitudes de onda en el rango de 200-290 nanómetros o luz UVC o UV C es muy eficaz para destruir pequeños organismos como bacterias, moho, hongos e incluso virus. Curiosamente, el máximo efecto germicida está en los 254 nanómetros, que es lo que suelen elegir los purificadores de aire, dada la ventaja añadida de que en esta longitud de onda no se produce ozono, sino que se destruye.

Teniendo en cuenta estos hechos científicos, algunos fabricantes de purificadores de aire se aprovechan de este conocimiento mediante el uso de luz UVC por medio de lámparas UVC o bombillas UVC en sus sistemas de purificación de aire.  Pero, si usted se pone a investigar, encontrará que la eficacia de estas tecnologías de purificadores de aire, es decir, de un purificador de aire con luz UV contra diversos problemas ambientales, depende en gran medida de tres factores:

beneficios del purificador de aire por luz ultravioleta

Los purificadores de aire por luz UV están diseñados para utilizar luz ultravioleta de onda corta (luz UV-C) para inactivar los patógenos y microorganismos presentes en el aire, como el moho, las bacterias y los virus. Tienen el mismo objetivo final de todos los purificadores de aire: reducir los contaminantes del aire interior. Esta tecnología también se conoce como irradiación germicida UV, o purificadores de aire UVGI. Es diferente de otras tecnologías de purificadores de aire que contienen tecnología de luz UV pero no la utilizan directamente contra los contaminantes del aire.

En el mercado, los purificadores de aire UV-C se venden actualmente como dispositivos independientes o como sistemas instalados en unidades de calefacción, ventilación y aire acondicionado preexistentes. A medida que el aire es forzado a pasar por el dispositivo, pasa por las lámparas UV, que intentan directamente desinfectar el aire mediante la irradiación germicida. El mayor problema de seguridad es que se puede generar ozono durante este proceso.

Los purificadores de aire con luz UV-C, que rara vez son un producto independiente, suelen requerir sistemas adicionales para ser plenamente eficaces y suelen incluirse en sistemas de filtración de aire de alta eficiencia para partículas (HEPA) más grandes. De hecho, la EPA afirma que un purificador de aire con luz UV-C no parece eficaz como unidad independiente porque no puede atrapar ni eliminar las partículas.

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Una de las preguntas más comunes que tiene la gente cuando decide comprar un purificador de aire es si debe o no adquirir un modelo que cuente con una lámpara germicida UV. Si bien estos purificadores de aire se consideran a menudo como un mejor enfoque para eliminar las esporas de moho, las bacterias e incluso los virus, también hay ciertos inconvenientes. Hoy veremos los argumentos a favor de los purificadores de aire UV y no UV para que pueda elegir la mejor unidad para sus necesidades.

Los argumentos a favor de los purificadores de aire UV son bastante sencillos. La luz UV de alta intensidad mata los virus, las bacterias y las esporas de moho al interrumpir los enlaces químicos de su ADN. Una vez neutralizados por la radiación UV, estos patógenos pierden la capacidad de causar enfermedades en los seres humanos y se convierten en sólidos inertes.

Cuando se aplica en un purificador de aire, este principio requiere una bombilla especial que emita radiación UV. Normalmente, estas bombillas emiten un tipo especial de luz ultravioleta conocida como UVC, que representa la gama de longitudes de onda más germicida del espectro UV. Para evitar daños a los seres humanos, la luz UV emitida por estas bombillas está cuidadosamente contenida dentro del cuerpo del purificador de aire. El aire que pasa por el purificador pasa por debajo de la bombilla, exponiendo así cualquier microorganismo que haya en él a la luz UVC. Mediante este sencillo mecanismo, un purificador de aire UV puede matar hasta el 99% de los patógenos presentes en el aire.

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Aunque todo el mundo sabe lo que es la luz ultravioleta, muchos no se dan cuenta de que puede dividirse en diferentes categorías, denominadas UV-A, UV-B y UV-C. Estas categorías reflejan los efectos de la luz ultravioleta en diferentes longitudes de onda. El ultravioleta C tiene el rango más corto de longitudes de onda, de 100 a 280 nanómetros. En este rango, la luz UV tiene propiedades germicidas. Gracias a las longitudes de onda ultracortas que la caracterizan, la luz ultravioleta C puede interrumpir los enlaces químicos de las moléculas de ADN, lo que le permite inactivar los virus y las bacterias con bastante eficacia.

Desde hace tiempo se sabe que los rayos UV-C eliminan los coronavirus de la misma familia que el SARS-CoV-2. El estándar de laboratorio para estos virus similares es la luz UV-C a una longitud de onda de 254 nanómetros aplicada a una dosis de 20 milijulios por centímetro cuadrado. Sin embargo, dado que el virus del SARS-CoV-2 es tan nuevo, la mayoría de los expertos han aconsejado ser precavidos y aplicar una dosis considerablemente mayor de luz UV-C para garantizar su inactivación.

Cuando se incorpora una lámpara germicida UV-C a un purificador de aire, se puede añadir una capa adicional de protección contra los virus, las bacterias y las esporas de moho en el aire. Cuando el aire pasa por la cámara de irradiación interna del purificador, se expone a la luz UV-C. Esto permite al purificador reducir estos contaminantes biológicos. Aunque muchos de estos contaminantes serán capturados por los filtros HEPA de todos modos, la lámpara UV-C puede ofrecer una mayor tranquilidad.