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Museo del prado sala velazquez
El segundo de mayo de 1808
La colección comprende actualmente unos 8.200 dibujos, 7.600 pinturas, 4.800 grabados y 1.000 esculturas, además de muchas otras obras de arte y documentos históricos. En 2012, el museo exponía unas 1.300 obras en los edificios principales, mientras que unas 3.100 obras estaban en préstamo temporal a diversos museos e instituciones oficiales. El resto estaba almacenado[4].
El edificio que hoy alberga el Museo Nacional del Prado fue diseñado en 1785 por el arquitecto de la Ilustración en España Juan de Villanueva por orden de Carlos III para albergar el Gabinete de Historia Natural. Sin embargo, la función definitiva del edificio no se decidió hasta que el nieto del monarca, Fernando VII, animado por su esposa, la reina María Isabel de Braganza, decidió destinarlo a un nuevo Real Museo de Pinturas y Esculturas. El Real Museo, que pronto pasaría a llamarse Museo Nacional de Pintura y Escultura, y posteriormente Museo Nacional del Prado, abrió al público por primera vez en noviembre de 1819. Se creó con el doble objetivo de mostrar las obras de arte pertenecientes a la Corona española y de demostrar al resto de Europa que el arte español tenía el mismo mérito que cualquier otra escuela nacional. Además, este museo necesitó varias reformas durante los siglos XIX y XX, debido al aumento de la colección así como al incremento del público que quería ver toda la colección que albergaba el Museo[6].
La maja vestida
El Museo del Prado es uno de los mejores museos del mundo, con una espectacular colección de pinturas -con un total de más de 3.000-, esculturas, dibujos y grabados. El museo es visitado cada año por casi 4 millones de personas.
El museo fue fundado en 1819 bajo el mandato del rey Fernando VII y ha celebrado su 200 aniversario en 2019. El rey Borbón ha pasado a la historia como el rey más miserable de España de todos los tiempos: fue engañado por Napoleón para que dejara entrar en el país a miles de soldados franceses lo que provocó que Napoleón ocupara España durante más de 6 años. Además, fue durante Fernando VII cuando España perdió prácticamente todas sus posesiones en América, incluyendo Argentina, Venezuela, Chile, Colombia, Perú y México. Pero Fernando VII fue el responsable de fundar uno de los mejores museos del mundo.
El Museo del Prado posee la mayor y más importante colección del mundo de pinturas de Goya y Velázquez, y una fantástica colección de obras de Rubens, Tiziano, El Greco y muchos otros artistas españoles y extranjeros.
Velásquez
DescripciónInformaciónEl Museo del Prado, que conmemoró su 200 aniversario en 2019, es la joya de la corona de uno de los itinerarios turísticos más populares de la ciudad: el Paseo del Arte, donde también se encuentran los museos Thyssen-Bornemisza y Reina Sofía. Las paredes del Prado están repletas de obras maestras de las escuelas española, italiana y flamenca, entre las que destacan Las Meninas de Velázquez y El Tres de Mayo de 1808 de Goya. Su colección consta de 8.600 cuadros y más de 700 esculturas, por lo que le recomendamos que decida qué quiere ver antes de entrar en el museo. Si dispone de poco tiempo, la página web del Prado le propone tres itinerarios de 1, 2 y 3 horas de duración que recorren las obras maestras más importantes del museo.
El Museo del Prado alberga la colección de pintura española más completa del mundo. Comience su visita en el siglo XI, contemplando los murales mozárabes de la iglesia de San Baudelio de Berlanga, y de ahí pase a los lienzos pintados por Bartolomé Bermejo, Pedro Berruguete, Juan de Juanes o Luis de Morales para trazar una línea de tiempo desde la pintura gótica española-flamenca hasta el Renacimiento. En las salas dedicadas a El Greco se exponen algunas de sus obras más notables, como El caballero de la mano en el pecho o La Santísima Trinidad.
Diego velázquez
Museo del Prado 2, Madrid 2005 Impresión cromogénica 140,0 x 178,7 cmLa fotografía de Thomas Struth, perteneciente a su serie de fotografías del Museo, muestra una galería del mundialmente conocido Museo del Prado de Madrid. Personas reales y pintadas habitan la sala. Las personas reales están de pie en el primer plano, dos mujeres jóvenes vistas de perfil desde la derecha y presumiblemente mirando un cuadro que no aparece en la fotografía. Se trata de turistas asiáticas vestidas con ropa occidental informal y con lo necesario para visitar una ciudad y un museo. Uno de ellos, situado más atrás en el eje central de la imagen, lleva en la mano una audioguía, dispositivo indispensable hoy en día para los visitantes de los museos contemporáneos. Apenas es visible, pero marca la línea exacta entre la esquina de la sala y el revestimiento. También marca el punto de máxima nitidez, haciendo legible la inscripción del dispositivo técnico: Museo Nacional del Prado.
Detrás de las dos mujeres se ven cuadros del artista español Diego Velázquez (1599-1660), que muestran retratos de cuerpo entero de digna grandeza, a la izquierda el fabulista griego Esopo (probablemente del siglo VI a.C.), del que no se ha conservado ningún parecido real, y a la derecha Felipe IV de España (1605-1665) de la casa de Habsburgo, que había nombrado a Velázquez su pintor de corte. El atuendo y los atributos de los dos personajes revelan su estatus social y espiritual. El poeta melancólico, con su capa y su libro rotos; el joven rey, con un noble traje de caza y un arma. Struth apuntó su cámara, por adelantado, a los dos cuadros y al detector de movimiento montado en la esquina de la habitación entre ellos. Las dos jóvenes, que se encuentran con los cuadros por casualidad, no reparan en la cámara. Sin darse cuenta, activan el disparador en el momento justo.