Balada de la dependencia sexual

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Mientras estaba en Photobooks DINER Megutama en Tokio, me encontré con una copia del famoso fotolibro de Nan Goldin «Balada de la dependencia sexual». Para mí, es uno de los libros de fotos más potentes de todos los tiempos, sobre el género, la sexualidad y las relaciones humanas.

«Si fuera posible, no querría que ningún mecanismo se interpusiera entre el momento de fotografiar y yo. La cámara forma parte de mi vida cotidiana tanto como hablar, comer o tener sexo. El instante de fotografiar, en lugar de crear distancia, es para mí un momento de claridad y conexión emocional».

«Mi deseo es conservar el sentido de la vida de las personas, dotarlas de la fuerza y la belleza que veo en ellas. Quiero que la gente de mis fotos me devuelva la mirada. Quiero mostrar exactamente cómo es mi mundo, sin glamour, sin glorificación. No es un mundo sombrío, sino uno en el que hay una conciencia del dolor, una cualidad de introspección».

«Quiero ser capaz de experimentar plenamente, sin restricciones. Las personas que se obsesionan con recordar sus experiencias suelen imponerse una estricta autodisciplina. Quiero ser incontrolado y controlado al mismo tiempo. El diario es una forma de control sobre mi vida. Me permite registrar obsesivamente cada detalle. Me permite recordar».

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La Balada de la Dependencia Sexual es una exposición de diapositivas de 1985 y la publicación de un libro de artista de 1986 de fotografías tomadas entre 1979 y 1986 por la fotógrafa Nan Goldin.[1][2] Es un documento autobiográfico de una parte de la escena musical y artística No wave de la ciudad de Nueva York, la subcultura gay post-Stonewall de finales de los 70 y principios de los 80, la subcultura de la heroína del barrio de Bowery, y la vida personal familiar y amorosa de Goldin.[3]

El crítico Sean O’Hagan, escribiendo en The Guardian en 2014, dijo que «sigue siendo un punto de referencia para todos los demás trabajos en una vena confesional similar»[4] Lucy Davies, escribiendo en The Telegraph en 2014, dijo que «llegaría a influir en una generación de fotógrafos novatos, que cayeron en su estela de decir la verdad». Nada menos que Bill Clinton le atribuyó la invención de la heroína chic»[1].

Originalmente se concibió como un pase de diapositivas con música de Velvet Underground, James Brown, Nina Simone, Charles Aznavour, Screamin’ Jay Hawkins y Petula Clark, entre otros, para entretener a los amigos de Goldin[4][2]. Se expuso públicamente por primera vez en la Bienal del Whitney de Nueva York en 1985 y se publicó como fotolibro al año siguiente»[4].

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El registro, iniciado en la década de 1970, de un período de 15 años en la vida de Goldin, se basa en un lugar y una cultura específicos, sin embargo, es una obra inquietantemente universal y profundamente conmovedora y, décadas después, no ha perdido nada de su inmediatez

En una de las cientos de imágenes que componen la obra maestra fotográfica de Nan Goldin, La balada de la dependencia sexual, una mujer, con medias negras de encaje, yace tumbada en una cama, en la que sólo se ve su torso. Su vestido de rayas blancas y negras está arrugado por encima del muslo, dejando al descubierto un hematoma morado en forma de corazón. Esta imagen, que exuda simultáneamente sexualidad y vulnerabilidad, un momento privado y una exhibición pública, es, según escribe Goldin en el epílogo del libro que acompaña a la obra, una imagen que evoca varios de sus temas principales: «la dinámica tanto del amor como del odio, la ternura y la violencia, así como todo tipo de ambivalencia en las relaciones».

El primer pase de diapositivas se proyectó en un club nocturno de Nueva York en 1979 (en los primeros espectáculos improvisados, Goldin cambiaba las diapositivas ella misma mientras un novio ejercía de DJ de fondo); los amigos que presentaba -Mueller y Niesp, Suzanne Fletcher, Armstrong- animaban sus fotos favoritas desde el público, y si el proyector se quemaba, el público esperaba mientras Goldin traía bombillas de repuesto de casa. Se proyectó públicamente por primera vez en la Bienal del Whitney de 1985, y se publicó al año siguiente como fotolibro; varios fotogramas e imágenes del libro, junto con folletos que anuncian las primeras actuaciones, se exponen en una galería junto a la sala oscura donde se proyecta la película. Décadas después, no ha perdido nada de su inmediatez: es una hermosa y cruda evocación de una época y un examen íntimo de las formas en que construimos -y destruimos- la identidad.

wikipedia

Publicado por primera vez en 1986, La balada de la dependencia sexual de Nan Goldin es un diario visual que narra las luchas por la intimidad y la comprensión entre los amigos y amantes que Goldin describe como su tribu.  Estas fotografías describen un estilo de vida visceral, cargado y hirviente de un crudo apetito por vivir, y el libro pronto se convirtió en el canto del cisne de una época que alcanzó su punto álgido a principios de la década de 1980. Veinticinco años después, la exuberante fotografía en color y el estilo franco de Goldin siguen exigiendo que el espectador se enfrente a su profunda intensidad.

A través de un registro preciso y detallado de la vida de Goldin, La balada de la dependencia sexual registra una odisea personal, así como una comprensión más universal de los diferentes lenguajes que hablan los hombres y las mujeres. La influencia del libro en la fotografía y otros ámbitos estéticos no ha dejado de crecer, convirtiéndolo en un clásico de la fotografía contemporánea. Esta edición de aniversario presenta separaciones de imágenes totalmente nuevas, producidas con tecnologías de vanguardia y archivos de reproducción especialmente preparados, que ofrecen una experiencia exuberante y envolvente de esta monografía de referencia.