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Mascarilla de arcilla roja
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Cuando se trata del cuidado de la piel, el uso de la arcilla es lo más fiel a la naturaleza que se puede conseguir. Con una textura ligeramente granulada para exfoliar y nutrientes para nutrir la piel, la arcilla es un gran ingrediente para el cuidado de la piel. Y lo que es más importante, la arcilla es famosa por su capacidad para extraer la suciedad, los aceites y las toxinas de la piel, lo que da como resultado una piel profundamente limpia y suavizada.
Lávate la cara con agua tibia y jabón o un limpiador suave. De este modo, la mascarilla empieza a estar limpia, lo que permite una mejor penetración. Si lo desea, puede incluso comenzar con un tratamiento facial de vapor de hierbas, para limpiar y abrir realmente los poros. Seca con palmaditas. Considera también la posibilidad de sustituir el agua por otros ingredientes líquidos, como leche, yogur, miel, zumos o claras de huevo. O prueba con una infusión de hierbas: caléndula para suavizar y alisar, lavanda para limpiar e inspirar la relajación, menta para refrescar, etc.
Pon una o dos cucharadas de arcilla en un cuenco. Añade suficiente agua para hacer una pasta. La mezcla debe ser lo suficientemente espesa como para poder extenderla. Si la haces demasiado espesa, no se secará en tu piel. Si es demasiado fina, se escurrirá.
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¿Sufre de acné y feos brotes? Utilice una mascarilla de arcilla roja marroquí, ya que es una de las mejores formas de tratar los granos y el acné de forma natural. Libera el cutis de puntos negros, tonifica la piel y reequilibra la piel seca y escamosa con su uso regular.
La arcilla roja procede de antiguos yacimientos de la fértil cordillera del Atlas, en Marruecos, y se extrae de depósitos formados por la actividad volcánica y los cambios geotérmicos del suelo. Su uso en la historia como arcilla cosmética se remonta a la antigua Roma y Egipto, donde era utilizada por la nobleza para tonificar y enriquecer la piel.
La arcilla roja marroquí se ha utilizado durante los últimos 1400 años como jabón, champú y acondicionador de la piel. De tacto lujosamente suave, sus cualidades altamente absorbentes y exfoliantes hacen de esta arcilla un producto imprescindible en los mejores spas profesionales.
La arcilla roja marroquí se utiliza hoy en día como mascarilla facial para nutrir la piel, igualar el tono de la piel y reducir el acné, especialmente los puntos negros más rebeldes. Hay muchos estudios clínicos que han descubierto que este tipo de arcilla es eficaz para aumentar la elasticidad de la piel debido a su alto contenido en sílice y magnesio. Es tan buena para la piel que incluso se puede sustituir el jabón por ella, ya que no despoja a la piel de sus aceites naturales.
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¿Sufres de acné y feos brotes? Utiliza una mascarilla de arcilla roja marroquí, ya que es una de las mejores formas de tratar los granos y el acné de forma natural. Libera el cutis de puntos negros, tonifica la piel y reequilibra la piel seca y escamosa con su uso regular.
La arcilla roja procede de antiguos yacimientos de la fértil cordillera del Atlas, en Marruecos, y se extrae de depósitos formados por la actividad volcánica y los cambios geotérmicos del suelo. Su uso en la historia como arcilla cosmética se remonta a la antigua Roma y Egipto, donde era utilizada por la nobleza para tonificar y enriquecer la piel.
La arcilla roja marroquí se ha utilizado durante los últimos 1400 años como jabón, champú y acondicionador de la piel. De tacto lujosamente suave, sus cualidades altamente absorbentes y exfoliantes hacen de esta arcilla un producto imprescindible en los mejores spas profesionales.
La arcilla roja marroquí se utiliza hoy en día como mascarilla facial para nutrir la piel, igualar el tono de la piel y reducir el acné, especialmente los puntos negros más rebeldes. Hay muchos estudios clínicos que han descubierto que este tipo de arcilla es eficaz para aumentar la elasticidad de la piel debido a su alto contenido en sílice y magnesio. Es tan buena para la piel que incluso se puede sustituir el jabón por ella, ya que no despoja a la piel de sus aceites naturales.
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Cuando se trata de tratar el acné, los expertos están de acuerdo: La arcilla hace milagros. Además de ser rica en minerales beneficiosos, la arcilla tiene la capacidad de extraer y absorber las impurezas que causan el acné. Gracias a sus propiedades absorbentes, exfoliantes y astringentes, la arcilla no sólo ataca las causas del acné, sino que también trata los síntomas continuos que afectan a las pieles propensas a los brotes. Sigue leyendo para descubrir los beneficios de las mascarillas de arcilla y por qué son imprescindibles en tu rutina de cuidado de la piel con acné.
La arcilla tiene una larga historia en el cuidado de la piel. Ya en la época mesopotámica se utilizaba este extraordinario ingrediente para curar heridas, calmar inflamaciones y limpiar la piel. Los antiguos egipcios combinaban la arcilla con el aceite de oliva para elaborar jabones que suavizaban la piel, y se sabe que Cleopatra se aplicaba una mascarilla de arcilla del mar muerto dos veces por semana para purificar su cutis. Hoy en día, la arcilla sigue siendo un componente central de muchos tratamientos en el spa y en casa, como las envolturas corporales desintoxicantes y las mascarillas faciales clarificantes.
Una de las principales causas del acné es la producción excesiva de grasa. Cuando la piel produce un exceso de sebo, sus poros se agrandan y se estiran para retener el excedente. Además de recubrir la superficie de la piel, el exceso de grasa puede quedar atrapado en los poros, donde se combina con la piel muerta y las bacterias y desencadena los brotes. Sin embargo, la respuesta no es chupar toda la humedad de la piel; después de todo, el sebo es esencial para la salud de la piel y ayuda a lubricar y suavizar su superficie. La arcilla tiene la capacidad única de absorber el exceso de grasa de la superficie de la piel sin comprometer la hidratación necesaria. El resultado: un cutis perfectamente equilibrado.